jueves, 15 de mayo de 2008
LA LUMINISCENCIA
Es emisión de luz no causada por combustión y que, por tanto, tiene lugar a temperaturas menores. Un ejemplo de luminiscencia es la luz que emiten algunas pegatinas o adhesivos que brillan en la oscuridad después de haber sido expuestas a la luz natural o artificial. La luminiscencia es distinta de la incandescencia, que es la producción de luz por materiales calentados. Cuando determinados materiales absorben energía de distintas clases, parte de esta energía puede ser emitida en forma de luz. Este proceso implica dos pasos:
1º la energía inicial hace que los electrones de los átomos del material luminiscente se exciten y salten de las órbitas internas de los átomos a las externas;
2º cuando los electrones vuelven a su estado original, se emite un fotón de luz. El intervalo entre ambos pasos puede ser corto (menos de una cienmilésima de segundo) o largo (varias horas). Cuando el intervalo es corto, el proceso se denomina fluorescencia; cuando el intervalo es largo, fosforescencia. En ambos casos, la luz producida es casi siempre de menor energía -es decir, de mayor longitud de onda- que la luz que produce la excitación.
La fluorescencia y la fosforescencia tienen numerosas aplicaciones prácticas. Los tubos de imagen de las televisiones están recubiertos de materiales fluorescentes que brillan al ser excitados por un rayo catódico. El interior de un tubo fluorescente también está recubierto por un material similar, que absorbe la radiación ultravioleta -invisible pero intensa- de la fuente primaria de luz y emite luz visible. En un láser se produce un tipo especial de fluorescencia denominado emisión estimulada. La quimioluminiscencia es provocada por una reacción química; ocurre, por ejemplo, cuando el fósforo amarillo se oxida en el aire produciendo una luminiscencia verde. Cuando la reacción química se produce en un ser vivo, como la luciérnaga, el proceso se denomina bioluminiscencia.
La triboluminiscencia es provocada por la rotura, frotamiento o separación de determinados materiales. La electroluminiscencia es causada por un gas recorrido por una descarga eléctrica, como ocurre por ejemplo en los relámpagos o en una lámpara fluorescente. La fotoluminiscencia es la luminiscencia que se produce cuando determinados materiales son irradiados con luz visible o ultravioleta; ocurre por ejemplo en pinturas fosforescentes. La roentgenluminiscencia es producida por los rayos X al bombardear determinados materiales, como el recubrimiento de un fluoroscopio (la pantalla de un aparato de rayos X). La sonoluminiscencia, observable en algunos líquidos orgánicos, es producida por ondas ultracortas de sonido, o ultrasonidos.
1º la energía inicial hace que los electrones de los átomos del material luminiscente se exciten y salten de las órbitas internas de los átomos a las externas;
2º cuando los electrones vuelven a su estado original, se emite un fotón de luz. El intervalo entre ambos pasos puede ser corto (menos de una cienmilésima de segundo) o largo (varias horas). Cuando el intervalo es corto, el proceso se denomina fluorescencia; cuando el intervalo es largo, fosforescencia. En ambos casos, la luz producida es casi siempre de menor energía -es decir, de mayor longitud de onda- que la luz que produce la excitación.
La fluorescencia y la fosforescencia tienen numerosas aplicaciones prácticas. Los tubos de imagen de las televisiones están recubiertos de materiales fluorescentes que brillan al ser excitados por un rayo catódico. El interior de un tubo fluorescente también está recubierto por un material similar, que absorbe la radiación ultravioleta -invisible pero intensa- de la fuente primaria de luz y emite luz visible. En un láser se produce un tipo especial de fluorescencia denominado emisión estimulada. La quimioluminiscencia es provocada por una reacción química; ocurre, por ejemplo, cuando el fósforo amarillo se oxida en el aire produciendo una luminiscencia verde. Cuando la reacción química se produce en un ser vivo, como la luciérnaga, el proceso se denomina bioluminiscencia.
La triboluminiscencia es provocada por la rotura, frotamiento o separación de determinados materiales. La electroluminiscencia es causada por un gas recorrido por una descarga eléctrica, como ocurre por ejemplo en los relámpagos o en una lámpara fluorescente. La fotoluminiscencia es la luminiscencia que se produce cuando determinados materiales son irradiados con luz visible o ultravioleta; ocurre por ejemplo en pinturas fosforescentes. La roentgenluminiscencia es producida por los rayos X al bombardear determinados materiales, como el recubrimiento de un fluoroscopio (la pantalla de un aparato de rayos X). La sonoluminiscencia, observable en algunos líquidos orgánicos, es producida por ondas ultracortas de sonido, o ultrasonidos.
CROMATOGRAFÍA
La cromatografía es una técnica que se emplea para separar entre si los componentes de una sustancia.
Esta técnica fue creada por el botánico ruso Michael Tswett en 1906, el cual llamó a su método cromatografía, palabra griega que significa escritura a color, porque lo utilizo para separar compuestos coloreados. Tswett llevó a cabo una extracción de una mezcla de pigmentos de hojas verdes utilizando éter de petróleo, un disolvente no polar, y descubrió que era capaz de separar los pigmentos al hacer pasar el extracto a través de una columna, un tubo de vidrio rellenado con carbonato de calcio (tiza). Tswett tilizó como detector del experimento la simple observación, ya que los compuestos que separó tenían color y era posible detectar bandas o zonas de distintas materias por su color en la columna, demostrando que la clorofila es solo uno de los muchos pigmentos que se encuentran en las hojas de las plantas.
A pesar de que el método cromatográfico prometía simplificar la separación de sustancias de mezclas complejas, no fue sino hasta finales de la década de los 30 y principio de los 40 cuando se empezó a desarrollar la técnica teniendo este método diversas aplicaciones. En la actualidad la cromatografía se emplea principalmente para separar compuestos incoloros pero el nombre permanece para describir cualquier técnica que se base en los mismos principios. La columna sencilla de Tswett, un tubo vertical de cristal, abierto por su parte superior, rellena de un sólido común donde el eluyente se mueve conducido por su propio peso, ha evolucionado hasta los modernos equipos que hoy conocemos.
En la cromatografía se separan los componentes de las mezclas a medida que son transportadas por un fase fluida móvil a través de una fase estacionaria sólida o líquida, la separación de las moléculas se logra porque la movilidad de cada soluto depende de un equilibrio en la distribución entre la fase móvil y la estacionaria, y esta separación se puede realizar en función de sus cargas, masas, tamaños moleculares, la polaridad de sus enlaces, sus potenciales redox, etc.
Como resultado hay una gran variedad de técnicas para llevar a cabo la separación de una sustancia, que se clasifican en cuatro grandes grupos según el mecanismo de separación:
-Cromatografía de reparto: separa los solutos basándose en la solubilidad.
-Cromatografía de adsorción: se basa en la afinidad de adsorción.
-Cromatografía de exclusión: separa solutos según el peso molecular.
-Cromatografía de intercambio iónico: separa solutos según la carga iónica.
También se pueden clasificar según el estado de la fase móvil en:
-Cromatografía de gases: la fase móvil es un gas y pueden ser dos sistemas: cromatografía gas-liquido y cromatografía gas-sólido.
-Cromatografía líquida: la fase móvil es un liquido y puede ser: cromatografía liquido-liquido, cromatografía liquido-sólido, cromatografía de exclusión y cromatografía de intercambio ionico.
Las únicas sustancias que no pueden ser examinadas por cromatografía son las insolubles y aquellas que se descomponen con el solvente o con la fase estacionaria.
Dentro de las técnicas cromatográficas no se incluyen los métodos que utilizan campos eléctricos para separar moléculas cargadas, métodos que se denominan electroseparaciones, electromigraciones o electroforesis.
El proceso cromatográfico, aparentemente simple, es en realidad una compleja unión de fenómenos tales como hidrodinámica, cinética, termodinámica, química de superficie y difusión. Hasta la fecha se han propuesto muchas teorías, que incluyen complejos matemáticos para poder explicar el comportamiento de los solutos en las columnas cromatográficas.
Esta técnica fue creada por el botánico ruso Michael Tswett en 1906, el cual llamó a su método cromatografía, palabra griega que significa escritura a color, porque lo utilizo para separar compuestos coloreados. Tswett llevó a cabo una extracción de una mezcla de pigmentos de hojas verdes utilizando éter de petróleo, un disolvente no polar, y descubrió que era capaz de separar los pigmentos al hacer pasar el extracto a través de una columna, un tubo de vidrio rellenado con carbonato de calcio (tiza). Tswett tilizó como detector del experimento la simple observación, ya que los compuestos que separó tenían color y era posible detectar bandas o zonas de distintas materias por su color en la columna, demostrando que la clorofila es solo uno de los muchos pigmentos que se encuentran en las hojas de las plantas.
A pesar de que el método cromatográfico prometía simplificar la separación de sustancias de mezclas complejas, no fue sino hasta finales de la década de los 30 y principio de los 40 cuando se empezó a desarrollar la técnica teniendo este método diversas aplicaciones. En la actualidad la cromatografía se emplea principalmente para separar compuestos incoloros pero el nombre permanece para describir cualquier técnica que se base en los mismos principios. La columna sencilla de Tswett, un tubo vertical de cristal, abierto por su parte superior, rellena de un sólido común donde el eluyente se mueve conducido por su propio peso, ha evolucionado hasta los modernos equipos que hoy conocemos.
En la cromatografía se separan los componentes de las mezclas a medida que son transportadas por un fase fluida móvil a través de una fase estacionaria sólida o líquida, la separación de las moléculas se logra porque la movilidad de cada soluto depende de un equilibrio en la distribución entre la fase móvil y la estacionaria, y esta separación se puede realizar en función de sus cargas, masas, tamaños moleculares, la polaridad de sus enlaces, sus potenciales redox, etc.
Como resultado hay una gran variedad de técnicas para llevar a cabo la separación de una sustancia, que se clasifican en cuatro grandes grupos según el mecanismo de separación:
-Cromatografía de reparto: separa los solutos basándose en la solubilidad.
-Cromatografía de adsorción: se basa en la afinidad de adsorción.
-Cromatografía de exclusión: separa solutos según el peso molecular.
-Cromatografía de intercambio iónico: separa solutos según la carga iónica.
También se pueden clasificar según el estado de la fase móvil en:
-Cromatografía de gases: la fase móvil es un gas y pueden ser dos sistemas: cromatografía gas-liquido y cromatografía gas-sólido.
-Cromatografía líquida: la fase móvil es un liquido y puede ser: cromatografía liquido-liquido, cromatografía liquido-sólido, cromatografía de exclusión y cromatografía de intercambio ionico.
Las únicas sustancias que no pueden ser examinadas por cromatografía son las insolubles y aquellas que se descomponen con el solvente o con la fase estacionaria.
Dentro de las técnicas cromatográficas no se incluyen los métodos que utilizan campos eléctricos para separar moléculas cargadas, métodos que se denominan electroseparaciones, electromigraciones o electroforesis.
El proceso cromatográfico, aparentemente simple, es en realidad una compleja unión de fenómenos tales como hidrodinámica, cinética, termodinámica, química de superficie y difusión. Hasta la fecha se han propuesto muchas teorías, que incluyen complejos matemáticos para poder explicar el comportamiento de los solutos en las columnas cromatográficas.
FABRICACIÓN DE UN POLÍMERO
¿Qué son los polímeros?
La materia esta formada por moléculas que pueden ser de tamaño normal o moléculas gigantes llamadas polímeros. Los polímeros se producen por la unión de cientos de miles de moléculas pequeñas denominadas monómeros que forman enormes cadenas de las formas más diversas. Algunas parecen fideos, otras tienen ramificaciones; algunas más se asemejan a las escaleras de mano y otras son como redes tridimensionales.
Existen polímeros naturales de gran significación comercial como el algodón, formado por fibras de celulosas. La celulosa se encuentra en la madera y en los tallos de muchas plantas, y se emplean para hacer telas y papel. La seda es otro polímero natural muy apreciado y es una poliamida semejante al nylon. La lana, proteína del pelo de las ovejas, es otro ejemplo. El hule de los árboles de hevea y de los arbustos de Guayule, son también polímeros naturales importantes. Sin embargo, la mayor parte de los polímeros que usamos en nuestra vida diaria son materiales sintéticos con propiedades y aplicaciones variadas.
Síntesis del polímero “Slime”
Materiales
Balanza, espátulas, pipetas graduadas, vasos de precipitados, varilla de vidrio.
Reactivos
Alcohol polivinílico (PVA), tetraborato de sodio (Borax), agua, colorantes: fluoresceína, tartracina.
Realización práctica
1.- Leer las precauciones.
2.- Prepara una disolución de alcohol polivinílico (PVA) al 4% y observa sus propiedades. Pon 10 ml en un vasito de precipitados.
3.- Añade una o dos gotas de colorante a la disolución del PVA.
La materia esta formada por moléculas que pueden ser de tamaño normal o moléculas gigantes llamadas polímeros. Los polímeros se producen por la unión de cientos de miles de moléculas pequeñas denominadas monómeros que forman enormes cadenas de las formas más diversas. Algunas parecen fideos, otras tienen ramificaciones; algunas más se asemejan a las escaleras de mano y otras son como redes tridimensionales.
Existen polímeros naturales de gran significación comercial como el algodón, formado por fibras de celulosas. La celulosa se encuentra en la madera y en los tallos de muchas plantas, y se emplean para hacer telas y papel. La seda es otro polímero natural muy apreciado y es una poliamida semejante al nylon. La lana, proteína del pelo de las ovejas, es otro ejemplo. El hule de los árboles de hevea y de los arbustos de Guayule, son también polímeros naturales importantes. Sin embargo, la mayor parte de los polímeros que usamos en nuestra vida diaria son materiales sintéticos con propiedades y aplicaciones variadas.
Síntesis del polímero “Slime”
Materiales
Balanza, espátulas, pipetas graduadas, vasos de precipitados, varilla de vidrio.
Reactivos
Alcohol polivinílico (PVA), tetraborato de sodio (Borax), agua, colorantes: fluoresceína, tartracina.
Realización práctica
1.- Leer las precauciones.
2.- Prepara una disolución de alcohol polivinílico (PVA) al 4% y observa sus propiedades. Pon 10 ml en un vasito de precipitados.
3.- Añade una o dos gotas de colorante a la disolución del PVA.
4.- Prepara una disolución de tetraborato de sodio al 4% y observa sus propiedades.
5.- Añade 2,5 ml de ésta a la disolución de PVA y remueve con la varilla hasta que no se produzca ningún cambio.
6.- Saca el polímero del recipiente y déjalo encima de la mesa sobre una lámina de plástico o sobre papel de filtro. Observa las propiedades del producto que has obtenido.
7.- Realiza un estudio de las propiedades mecánicas del polímero obtenido:
-Estíralo suavemente y después fuertemente. ¿Qué sucede?
-Prueba si un trozo pequeño se aplana cuando lo aprietas.
-Prueba si puedes hacer botar un trozo pequeño encima de la mesa. ¿Qué sucede?
8.- Compara las propiedades del producto que has obtenido y las del alcohol polivinílico. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian?
9.- Introduce el polímero en un recipiente adecuado y ciérralo.
Precauciones
1.- La disolución del alcohol polivinílico debe hacerse con cuidado porque si añadimos el alcohol al agua se forman grumos muy difíciles de disolver. Es conveniente utilizar un agitador magnético con calefacción o un baño maría con agitación manual mediante una varilla de vidrio, sin que se llegue a superar los 80-90ºC (no debe hervir el agua) y añadir el alcohol de poco en poco hasta que este se disuelva. Este proceso lleva un tiempo que puede llegar hasta una media hora. Una vez preparada dejamos enfriar.
2.- Una vez formada la disolución separamos las masas gelatinosas que se hayan podido formar y que no se han solubilizado para evitar atascar las pipetas.
3.- Una vez que hemos terminado de investigar las propiedades del slime y aunque el polímero resultante no es tóxico, debemos lavarnos bien las manos como siempre que manipulemos productos químicos, y tener mucho cuidado de donde lo dejamos para evitar el riesgo de ingestión por niños pequeños.
4.- Podemos conservar el slime dentro de una bolsa de polietileno de baja densidad con cierre hermético.
5.- Añade 2,5 ml de ésta a la disolución de PVA y remueve con la varilla hasta que no se produzca ningún cambio.
6.- Saca el polímero del recipiente y déjalo encima de la mesa sobre una lámina de plástico o sobre papel de filtro. Observa las propiedades del producto que has obtenido.
7.- Realiza un estudio de las propiedades mecánicas del polímero obtenido:
-Estíralo suavemente y después fuertemente. ¿Qué sucede?
-Prueba si un trozo pequeño se aplana cuando lo aprietas.
-Prueba si puedes hacer botar un trozo pequeño encima de la mesa. ¿Qué sucede?
8.- Compara las propiedades del producto que has obtenido y las del alcohol polivinílico. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian?
9.- Introduce el polímero en un recipiente adecuado y ciérralo.
Precauciones
1.- La disolución del alcohol polivinílico debe hacerse con cuidado porque si añadimos el alcohol al agua se forman grumos muy difíciles de disolver. Es conveniente utilizar un agitador magnético con calefacción o un baño maría con agitación manual mediante una varilla de vidrio, sin que se llegue a superar los 80-90ºC (no debe hervir el agua) y añadir el alcohol de poco en poco hasta que este se disuelva. Este proceso lleva un tiempo que puede llegar hasta una media hora. Una vez preparada dejamos enfriar.
2.- Una vez formada la disolución separamos las masas gelatinosas que se hayan podido formar y que no se han solubilizado para evitar atascar las pipetas.
3.- Una vez que hemos terminado de investigar las propiedades del slime y aunque el polímero resultante no es tóxico, debemos lavarnos bien las manos como siempre que manipulemos productos químicos, y tener mucho cuidado de donde lo dejamos para evitar el riesgo de ingestión por niños pequeños.
4.- Podemos conservar el slime dentro de una bolsa de polietileno de baja densidad con cierre hermético.
FABRICACIÓN DE UNA CREMA PARA MANOS
Composición:
Material Cantidad
Ácido esteárico 8,5 g
Glicerina 35 g
Amoníaco concentrado 1,5 ml
Agua destilada 5,0 ml
Esencia 3 gotas
Procedimiento:
1.- Pesar el ácido esteárico y la glicerina dentro un vaso de precipitados.
2.- Calentar a baño maría mezclando con una varilla de vidrio hasta disolución total del ácido.
3.- Retirar del baño y agregar gota a gota el amoníaco para neutralizar al ácido.
4.- Agregar el agua, y mezclar.
5.- Continuar agitando enérgicamente hasta obtener una consistencia espesa.
6.- Agregar la esencia y pasar a un bote.
http://www.ciao.es/Cremas_308_5
Material Cantidad
Ácido esteárico 8,5 g
Glicerina 35 g
Amoníaco concentrado 1,5 ml
Agua destilada 5,0 ml
Esencia 3 gotas
Procedimiento:
1.- Pesar el ácido esteárico y la glicerina dentro un vaso de precipitados.
2.- Calentar a baño maría mezclando con una varilla de vidrio hasta disolución total del ácido.
3.- Retirar del baño y agregar gota a gota el amoníaco para neutralizar al ácido.
4.- Agregar el agua, y mezclar.
5.- Continuar agitando enérgicamente hasta obtener una consistencia espesa.
6.- Agregar la esencia y pasar a un bote.
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